Wednesday, September 19, 2012

Un Momento de Silencio



La Mendiga

(La Criada limpia. Suenan las campanas.)
Criada: (llevando el canto.) Tin, tin, tan. Tin, tin, tan. ¡Dios lo haya perdonado!
Mendiga: (con una niña.) ¡Alabado sea Dios!
Criada: Tin, tin, tan. ¡Que nos espere muchos años! Tin, tin, tan.
Mendiga: (fuerte y con cierta irritación.) ¡Alabado sea Dios!
Criada: (Irritada.) ¡Por siempre!
Mendiga: Vengo por las sobras.
(Cesan las campanas.)
Criada: Por la puerta se va a la calle. Las sobras de hoy son para mí.
Mendiga: Mujer, tú tienes quein te gane. ¡Mi niña y yo estamos solas!
Criada: También están solos los perros y viven.
Mendiga: Siempre me las dan.
Criada: Fuera de aquí. ¿Quién os dijo que entraseis? Ya me habéis dejado los pies señalados. (Se van. Limpia.)

En el Acto Primero de La casa de Bernarda Alba, conocemos primeramente los trabajadores de la casa. La Poncia y la Criada se quejan de la “tirana” de la dueña de la casa. Mientras la Poncia come comida robado de la casa, la Criada pida de ella un poquito comida por su niña. La Poncia le aconseja que entre y tome para su mismo de algunos garbanzos. Ella ni puede responder, por una voz que le interrumpe, pero creo que ella no quiere llevarse comida de la Berdarda sin permiso porque la tiene miedo. La Poncia la deja sola y sin comida.

Me llamo la atención la similitud de esa situación con el próximo pasaje. Viene una mendiga con su niña que también falta de comer. Antes de que ella llega, las campanas empiezan a sonar. Ella hace el ruido “tin, tin, tan” 4 veces, como imitarlas. Imagino ella con una voz llena de burla, porque no creo que está hablando en serio cuando dice que “Dios lo haya perdonado” a nadie en particular, o “Que nos espere muchos años”. No creo que ella busca vivir muchos años más en la misma situación, ni tampoco que confíe mucho en Dios para adorarle sinceramente. La veo limpiando aun, tal vez en el suelo, y por eso la mendiga tiene que repetir “alabado sea Dios” 2 veces antes de que realmente la criada le de su atención.

Cuando la mendiga pida directamente por las sobras, las campanas cesan. Creo que eso es un símbolo de la realidad. Antes, cada cosa que la Criada dijo era llena de sarcasmo, pero ahora, la mendiga la invito a hablar en serio. El silencio enfatiza el momento que ella tiene para pensar en lo que quiere hacer, aun si no se da cuenta de esa decisión. Ella no es tan diferente de la mendiga. También, no tiene mucha comida, y también tiene una niña para sostener. Justo antes, estaba criticando la dueña de la casa por no tener más compasión con las personas menores de estado. Los espectadores se preguntan, ¿Qué hará la criada? ¿Mostrara compasión como ella espera de los demás, o será igual a la Berdarda?

Hay muchos momentos que parecen muy largos a nosotros, aunque no son:


Aunque el momento de decision por la Criada no en realidad es tan largo, para nosotros los espectadores, se parece así por la falta de ruido. La respuesta de la criada viene como plomo, rápido y decisivo, que no hay de comida para compartir. La Mendiga discuta, pero la Criada no le da caso y la despida. Cuando la Criada habla esa vez, no hay campanas sonando en el fondo.  Vemos la Criada como es de verdad, sin la compasion que ella pida. El tono de las campanas no solamente es un símbolo que está hablando la verdad, pero que vemos su carácter de verdad.

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